Este libro fue escrito por Haruki Murakami y publicado en
2004 en Japón y cuatro años después fue traducido al español.
Murakami es un escritor japonés,
nacido en Kyoto en el año de 1949 muy renombrado, autor tanto de novelas largas
como de relatos cortos en los que trata de combinar la tradición literaria
japonesa con su propio mundo surrealista y utiliza enfoques de soledad y alineación,
es de hacer mención que recientemente volvió a quedar en la orilla del Premio
Nobel de Literatura, lo que en la red social de Twitter ha generado mucho
revuelo porque no es la primera vez que se queda esperando la tan ansiada
llamada que lo hiciera ganador de este galardón.
En tanto
al libro me parece fantástico, un poco difícil de leer como lo es la bibliografía
de este autor, pero quedas enganchado desde la primera página y en mi caso
particular me resulto tanta la atracción por el libro que lo termine en un
periodo muy corto de tiempo.
El libro
está organizado en pequeños capítulos, y cada uno de ellos muestra un reloj con
la hora, pues este libro está situado en los sucesos de una noche en especifico
en la ciudad de Tokyo, y esto es lo que hace que para mí la novela sea algo
especial pues no estoy acostumbrado a leer obras cuya trama se desarrolle en un
periodo tan corto de tiempo y de una manera tan suculenta como esta. Así es
pues que iremos recorriendo la ciudad durante la noche, cuando las sombras y la
penumbra son los dueños de la ciudad y no hay espacio para la luz, en un
ambiente sombrío y lleno de diversas situaciones y acontecimientos.
La
novela gira en torno a un par de hermanas, Eri y Mari Asai, las cuales son
polos opuestos, Eri siendo una modelo y la definición de perfección para su
propia hermana y Mari siendo una chica que se preocupa por sus estudios y
prefiere pasar una noche leyendo un libro en una cafetería a ser la típica chica
que pasa sus noches en la fiesta y en la vida nocturna de una ciudad como
Tokyo.
Los incidentes
del libro nos muestran a una serie de personajes secundarios que de alguna
forma se encuentran, aquí es donde entra a escena Takahashi que a la larga del
libro se convierte en el puente que conecta el andar de diversos personajes,
puesto que es a través de este antiguo compañero de su hermana Eri, que Mari se
ve envuelta en los sucesos que le acontecen esa noche, como el incidente con
una prostituta china que ha sido brutalmente golpeada en un Love Ho cercano y
esto hace que la historia nos lleve por puntos cercanos de una gran ciudad como
lo es Tokyo.
El punto
medular del libro es que Mari se encuentra preocupada por su hermana pues como
ella dice ha estado durmiendo por mucho tiempo, pero no un sueño normal, sino
uno que es demasiado puro y demasiado perfecto para ser algo rutinario que haría
cualquier persona y es aquí donde se desarrolla la parte surrealista de la
historia, lo cual hace que la novela tenga el toque de Murakami, pues alrededor
de Eri vemos como se desarrolla un mundo que se encuentra en un plano alterno
al nuestro, y esto es lo que hace que el libro se vuelva un poco confuso, pero
debemos de ir mas a fondo para analizar la psique de Eri y es eso lo que a mi parecer
pretende Murakami en esta obra.
En resumen
me parece una obra muy especial y totalmente digna de ser leída, pues te cuenta
de una manera muy especial y un tanto surrealista como es la vida nocturna de
Tokyo desde una perspectiva muy especial, nada tradicional y nada de lo que se
espera cuando se relata la historia de una noche en un ciudad inmensa como lo
es la capital nipona, y al final del libro si te quedas con una sensación de
saber ¿qué mas sigue?, y ahora ¿qué es lo que pasa? Pero es esa la sensación que
nos quiere dejar Murakami y que en lo personal ya me deja como seguidor de la
literatura de este escritor.
Como
punto final de esta obra, y a pesar de que se presente como personajes
principales al par de hermanas Asai, para mí la verdadera protagonista de esta
historia es la noche de Tokyo, la cual guarda infinidad de historias como la
contada en esta novela y muchas de otro índole, así pues podemos darnos cuenta
de que la perspectiva desde la que está escrita esta obra que nos presenta como
un espectador solitario y que no puede interactuar con los personajes por más
que quiera, es la perspectiva de la noche, la cual decidió poner su atención en
el par de hermanas por esas horas, por esas horas que va desde que se oculta el
sol hasta que vuelva a salir y manda a las sombras a un sueño del cual
despertaran horas después para volver a ver historias como esta.